viernes, 20 de junio de 2014

Viernes 20 de junio de 2014

"No vale la pena ni tener esperanza ni tener desesperanza. Los hechos están ahí y hay que luchar contra los hechos". Entrevista a José Saramago. Octubre de 2003.
(Leer entrevista aquí --> http://www.nexos.com.mx/?p=10900 )

El Arte, como la Ciencia, da muchas respuestas, pero no las da todas. En sí, la respuesta es el ser humano. Cada uno de nosotros: todos. Porque todos somos reales, todos existimos, todos vivimos. Todos estamos, estaremos y estuvimos aquí: en la realidad.

El problema es que el ser humano tiene demasiada fe, no en los hechos -el presente- sino en lo irreal -el futuro y, por ende, lo inexistente. Lo que fue -el pasado-: lo arrastra, lo añora, lo padece. La fe es la enfermedad mortal de la humanidad. La fe es pasividad, es inacción, es resignación no ante los hechos, sino a la ignorancia. Es dejar de cuestionar lo obvio y lo rebuscado, lo oculto, lo desconocido y lo encontrado también. Es rendirse sin luchar. La fe es indolencia intelectual, una pereza elegante, agradable, adictiva. Cómoda. La fe es el eufemismo más popular, y ampliamente aceptado, de la ignorancia, del miedo, del "no me importa". Así ha sido siempre.

Sin embargo, en medio del terror, de la fe, palpita la luz: la Ciencia y el Arte. El trabajo duro. Los seres humanos estamos impulsados por ideas y sentimientos, por las emociones y el caos de nuestros cuerpos, de nuestras mentes. Pero cuando cribamos esta arena que dormita en la margen de nuestras playas, por medio del Arte y de la Ciencia, quedan en la tela las grandes ideas, los grandes sentimientos. Eso que en esencia somos, a pesar de los nombres, de las etiquetas, de apuntar con el dedo.

El trabajo, la experiencia en sí, perfecciona. No por sí misma, sino a través de la autocrítica, la autocorrección, el escepticismo. Eso que pensamos que somos, en realidad no lo somos, porque nadie sabe quiénes somos. Ni nosotros mismos. Esta es la verdadera ignorancia, la correcta. Negarlo provoca el incendio, el dolor, el sufrimiento: el infierno. Por eso afirmo que la respuesta somos nosotros, porque sin el ser humano, sin su arte, su ciencia, su trabajo, no hay posibilidad de nada. Sin embargo, el universo seguirá a pesar de nosotros. Sin nosotros. Esa es la gran verdad.


sábado, 14 de junio de 2014

Reflexión: 14 de junio de 2014

Esto de escribir no es cosa fácil. Hilar ideas en historias que sacudan el interior de los lectores es una cuestión casi imposible. Como el enamoramiento. Convencer cuesta; dejarnos convencer, no tanto. Si todos nos pusiéramos nuestros moños, a rajatabla, el mundo estaría desierto.