jueves, 19 de noviembre de 2015

Balacera

El trueno de los balazos: ráfagas. Disparos solitarios. Gritos marciales. Griterío de maleantes y lamentos... llanto. Boquetes en los vidrios de mis ventanas, en las paredes... el último suspiro de las llantas de mi coche. Más ráfagas y disparos solitarios: el olor de la sangre en el aire, entre las sienes, reventando mis oídos. Las garras de una granada arañando mis paredes... el cuchicheo de tuiter y de feisbuc... mi orina expandiendo su abrazo caliente en mi pantalón. El resplandor de mi celular en la oscuridad, vana esperanza. Tiros de gracia en la calle: lapidarios. Rechinidos de neumáticos, lloronas impostadas. El silencio. Siempre el silencio, al final.