domingo, 12 de junio de 2016

Comentarios sobre Vasodilatador de Joel Plata


Conocí el libro de Joel Plata, la división y otros muertos, por las redes sociales.

Los poemas de esta obra abren el entendimiento a una nueva manera de vivir el mundo. Joel pone en palabras asuntos cotidianos ya sin su cariz normal. En Vasodilatador, mi poema favorito, escribe:

El día vino a sacudir su cabellera a mi ventana
el aire es un avestruz escondiendo la cabeza
en un semáforo

Tres líneas bastan para situarlo a uno al volante frente a la interminable luz roja de las calles que impiden avanzar, respirar. Esperar el paso ante un semáforo, como dice el título del poema, dilata los vasos sanguíneos, eleva la presión de la sangre, desespera.

Una colt llora un espacio
luces pedunculadas luciendo un huso de viento
metonímicamente supermacho

Tres luces que son balas para quienes no tenemos tiempo, imponen una autoridad, siempre arbitraria, para regir nuestro tránsito por la ciudad, ese ente, ser vivo.

tocamos una pianola muerte (dedicada)
a los túneles o reflejos en la tapa del wc
para contemplarnos

Es en ese momento de espera, de sangre precipitándose al corazón, pobre máquina, que uno ve, cara a cara, la realidad, su propia condición.

la calle bostezando al borde de la acera
verosímil
imposible suspender la osamenta

La espera ante el semáforo es una muerte pequeña, un aburrimiento, un fastidio.

La ciudad no está
se ha suicidado en una botella

Hasta que sólo es uno y la espera, no la ciudad, que ha muerto por propia mano.