martes, 14 de octubre de 2014

Madre... ¿sólo hay una?

Hoy me sentí impotente. Un vecino -quizá un adolescente, no lo sé- tenía en el piso a un niño de unos tres o cuatro años. La escoba sobre él. El niño gritaba: "Quiero decirle algo a mi mamá", varias veces.

El vecino es familiar de un criminal (sobra especificar de cuál). Tuve que tragarme la rabia, las ganas de correr y enfrentarlo, de palabra, a grito abierto. 

Tengo tres hijos. En el barrio todos me conocen.

Clavé mi mirada en ese engendro, en esa bestia... ignoro si, entre las sombras, vio que lo miraba.

Al final lo soltó. El infante corrió subiéndose los pantaloncillos. Me indigné, odié este mundo... maldije contra todo y contra todos.

¿En dónde estaba la madre de ese bebé?

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